Estuches

Al terminar el verano vuelve el colegio. Adiós a las toallas, los cubos y las palas en la arena, los baños y el acostarse tarde. ¡Comienza un nuevo curso escolar y hay que estar preparado! La mochila, los libros, lápices, reglas, gomas de borrar y, por supuesto, un buen estuche.

Al igual que pasa con la ropa y los complementos de adultos, los estuches escolares también entienden de moda y tendencias. En cada temporada aparecen nuevos diseños, muchos de ellos decorados con la serie o la película de moda. Los estuches escolares son, además, una buena forma de que los más pequeños aprendan a ser ordenados.

En el momento de elegir un estuche escolar, hay que tener en cuenta cuáles son las ventajas y desventajas de cada modelo. Porque aunque el diseño sea muy bonito y apetecible, podría darse que la calidad no fuera buena y que terminásemos el curso escolar con varios estuches comprados. Por eso, es importante escoger un buen estuche que dure todo el año.

La oferta de estuches escolares incluye la opción de elegir entre varios modelos distintos de estuche. Dependiendo del uso que le vayamos a dar y de las necesidades de nuestros niños, podremos decantarnos por un tipo de estuche escolar u otro. Así que, a continuación, pasamos a explicarte brevemente los tres tipos diferentes de estuches que vas a encontrar en el mercado y las principales diferencias entre ellos.

Un pequeño maletín que se cierra con una cremallera y en el que los lápices y demás utensilios se distribuyen sujetándose con unas pequeñas gomas elásticas. Este estuche tiene como principal ventaja que el niño puede ver, a primera vista, dónde está colocada cada cosa.

Si eliges esta opción, comprueba el tejido y la cremallera. Los niños desgastan mucho más las cosas y se corre el peligro de que el estuche se abra porque ceda la tela o la cremallera y el contenido acabe perdido o desparramado por la mochila.

Este tipo de estuche suele ser pequeño y ligero. Su principal problema es lo ruidoso que puede resultar a veces y que si se cae al suelo se podría llegar a romper, si las bisagras que mantienen unidas las dos partes no son lo fuertes que deberían ser.

Al ser rígidos, limitan un poco lo que vamos a guardar en su interior, pero por otro lado, son estuches súper resistentes y muy fiables. Además, pueden ayudar a nuestros niños a desarrollar su sentido de la limpieza y el orden ya que hay que cuidar mucho cómo se distribuye el contenido.

Su mayor ventaja es que resultan muy ligeros. Algo muy a tener en cuenta si pensamos en el sobrepeso que nuestros hijos cargan a diario. Pero al igual que sucede con los estuches padel lobb, deberemos estar muy seguros de comprar uno con un buen tejido y una buena cremallera.

Con este modelo ocurre otro pequeño inconveniente y es que si cargamos mucho el estuche, puede resultar complicado encontrar lo que buscamos con rapidez, ya que el orden no está asegurado de ninguna manera.